La disfunción eréctil o impotencia sexual es la incapacidad constante de mantener una erección en la que el pene esté lo suficientemente firme para permitir tener una relación sexual. La impotencia sexual es muchas veces confundida con problemas como la falta de deseo, eyaculación precoz, eyaculación retrasada, ausencia de eyaculación o trastornos del orgasmo, aunque todos pertenecen a problemas de la esfera sexual son diferentes entre sí.
La impotencia o disfunción eréctil es una enfermedad muy frecuente que puede afectar las relaciones de quien la padece, ya que es posible que quien la sufre no pueda tener una erección en lo absoluto o que pierda la erección durante el coito antes de haber terminado. Existen una serie de factores de riesgo que pueden favorecer la impotencia o disfunción eréctil, como: la diabetes, hipertensión arterial, consumo de tabaco y alcohol, niveles altos de colesterol, toma de determinados fármacos y depresión.